George y Margaret esperan en medio del agobiante desierto la
oportunidad de reflexionar con sus vecinos del sur”. Pero a las
pocas horas queda claro que la única reflexión que conoce buena
parte del género humano es la violencia. El viento, el silencio y los
absurdos diálogos de estos dos seres patéticos en sus intenciones
son el corazón de un texto tan árido como las arenas de ese desierto
que les rodea.
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